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domingo, 26 de octubre de 2014

¿Marchar?

Sí, las marchas hoy en día figuran como un elemento de expresión del descontento general. Se aglomeran miles de personas, tal vez cientos... la cantidad depende mucho de la cantidad de habitantes que se encuentre en el poblado donde se tenga alguna clase de problema.
Las marchas son un modelo que hemos tomado del extranjero en los años 60's y se usó en México para mostrar discordancia ante distintas situaciones que el pueblo veía en el país... y sin duda, una de las más recordadas es la que aconteció en 1968: La noche de Tlatelolco en la Plaza de las 3 culturas, el homicidio -genocidio- de todos aquellos estudiantes que buscaban expresarse.
Pero... ¿Hoy en día las marchas son lo que esta sociedad necesita para curarse de las olas de violencia que han sido desatadas en su contra? ¿Es necesario ponerse a caminar por las calles para demostrar que no "nos van a poder callar"?
A mi criterio, las marchas ya son un elemento de protesta sobrevalorado en la sociedad, un elemento que, lejos de convertirse en una moda, se volvió de inmediato en una forma de expresión social que forma parte de la cultura general y que ayuda a identificar a todo aquel que forme parte de ellas, sin embargo, el gobierno y toda la carroña mediática, busca -con éxito- hacer que la gente que confía en los medios masivos crea que estas expresiones sean tomadas como "desorden público", "alteración de la paz" e incluso etiquetar a todo aquel que forma parte de ellas como un "anarquista" que "no tiene nada mejor que hacer" o que "debe ponerse a trabajar si quiere mejorar su situación"... mas no ven el trasfondo que hay en todo ello.
Una marcha se vuelve inútil desde el momento en el que no se tiene consciencia del por qué se está marchando, del por qué se están bloqueando todas esas calles, del por qué hay tanto descontento. Uno pierde la noción de los hechos y empieza a criticar por las mismas influencias individualistas del progreso propio.
Y es por esto, por el avance de ideas, de tecnología y de acceso a la información, que una marcha se vuelve un elemento inútil, porque entre más información en un país donde no se tiene acceso a ella en su totalidad, no se pueden entender los trasfondos que llevan a toda una población a manifestarse.
Justamente por la falta de entendimiento y la falta de propagación de información, lo que tenía un sentido de utilidad social, se vuelve estorboso para el transeúnte, por poner un ejemplo burdo, pero útil.
Ya marchar, además de que se vuelve peligroso cuando se trata de un motivo que llama la atención mediática y por ende la atención del gobierno, es inútil desde el momento en el que nos acostumbramos a ver en todo el país un ejército de jóvenes estudiantes, adultos acompañados por niños y otra clase de personas, pero a la vez se vuelve indiferente cuando no se cambia una táctica que hemos visto por más de 50 años.
Lo ideal, a mi criterio, sería un estilo de movilización pacífica y a la vez agresiva contra todo aquello que represente autoridad y a la vez poder. 
En este caso: Los medios masivos de comunicación.
¿Podrían imaginar el impacto que causaría la caída de Televisa por un sólo día? ¿podrían imaginar cuántos países del cono sur y el resto del mundo quedarían incomunicados gracias a que ésta es la única cadena que existe de México para el mundo? Bueno, imaginen el efecto que esto traería al país... y a su vez, a nosotros como mexicanos, puesto que la caída de ésta, sería la puerta para buscar información por otras partes. Y no, no hablo de ir a destruir las televisoras, sino hacer algo más efectivo como: Apagar la televisión.
La Rebeldía es poder, y como muchos dirían: "La información es poder" ¿y la información de dónde viene? De donde la podamos conseguir, y generalmente viene en hojas de papel llamadas: libros, tanto libros de temas como filosofía, sociología y otras maneras para entender a esta sociedad que cada día se vuelve un caos. Una población alimentada de conocimiento, no será capaz de someterse a las órdenes de un gobierno tirano, o mínimo sabrá preguntar por qué deben obedecer órdenes tan fuera de sí.
El poder, ya sea el presidente, un primer ministro, diputados o senadores... de alguna manera llegaron ahí siendo ésta una sociedad capitalista democrática... ¿por qué hay que adular a alguien que es igual que tú? Y peor aún: ¿alguien que depende de todo lo que tú haces para poder darse una vida llena de lujos? Eso es llama "genuflexión" y una nación que se somete bajo este precepto, siempre va a tolerar ser pisoteada por aquel que en cuanto a poder político esté arriba de ellos... pero recuerden, pueblo. De alguna manera, estos poderosos magnates de la política llegaron ahí. Llegaron por ti.
Comprar en grandes cadenas... no. La respuesta está en que inviertes dinero en algo que puedes encontrar en el mercado de alguna esquina de tu casa y sin embargo, seguimos alimentando a estos empresarios que se hacen cada día más ricos con lo que aportamos a ellos, nutriendo el monopolio que en teoría está prohibido en el país.
En conclusión:
Habiendo tantos elementos para poder ejecutar una protesta pacífica sin necesidad de moverse, y que resulten sus consecuencias más notorias y agresivas contra el poder... ¿para qué seguir con un sistema al que ya se está acostumbrado? Siempre resultará un poco complicado salir de la "zona de confort" pero a la larga, siempre es mejor hacerlo.

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