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lunes, 15 de diciembre de 2014

#RenunciaEPN

Todos lo piden, todos claman por algo que sabemos que no ocurrirá, y por algo de lo que tenemos la clara certeza de que sería un milagro en un mundo que tiene el descaro suficiente para pedir un alto a la corrupción cuando sabemos que ésta a muchos les da de comer.
Y definitivamente la renuncia de alguien en el poder, a menos de que se deba a vergüenza social, no es una solución inmediata a nada, sólo para muchos una exigencia de justicia o una muestra de cobardía, puesto que por alguna razón más poderosa que la persona en cuestión es por la que se efectúa una renuncia... o tal vez un poco de dignidad, lo que se traduce en la sensación vaga y plena de que es mejor retirarse antes de seguir echando a perder las cosas.
Las opiniones son innumerables, además de que están divididas, pero estamos de acuerdo todos en algo que ya mencioné: la renuncia no es solución inmediata ni espontánea a un problema que ya existía desde antes de la llegada de un tipo a una silla que resulta ser la silla presidencial, y cuya ocupación o usurpación afecta de manera obscena a la población dado que el hecho de estar en Los Pinos agravó agrava y agravará el problema de un modo exorbitante.
Una renuncia no es efectiva, si se conoce el sistema mexicano, es obvio que habrá un vacío temporal en el poder, pero éste dejará de estar en un limbo después de alguna elección que llegue a ser fraudulenta como la anterior, vendiendo a los candidatos a elegir como si se tratara de objetos-productos a utilizar, siendo ésta una democracia incipiente, las estrategias se verían seriamente afectadas.
El hoyo se llena, pero el limbo sigue igual, e incluso la situación se mantiene o empeora, puesto que ya se tiene con qué llenarlo.
Una renuncia no es la opción, sólo una aparente muestra de dignidad, y cuando llegue a ocurrir -cosa que no pronostico- se sabe que no será un evento limpio, sino que habrá toda una estrategia detrás de ello para mantener las cosas igual y así mantener su control... su descontrolado control.
La renuncia no es una solución inmediata.
El golpe de estado sí.
Aunque suene cruel y ya convencional la opinión, aunque parezca derramar mucha sangre el hecho de usar esas tres palabras, es necesario remover el sistema de raíz, no crecer con él.
Y la forma de hacerlo, es acabando con las raíces del problema... y acabar con la raíz es acabar con el partido gobernante.
Tal vez las consecuencias sean peores de lo que parecen, y el limbo eterno -o el infierno- de no saber o tener un dirigente fijo establecido dure más de lo que se espera. Pero es mejor no tener un dirigente a tener uno que manda matar a los propios ciudadanos.
Y si esto no sigue, más países del cono sur imitarán el sistema erróneo que tiene el gobierno para mantener un cierto control.
La solución más cercana, y la que parece siempre estar en boca de todos, incluso de los flojos que sólo buscan llamar una revolución desde sus casas, es acabar con una raíz, incendiar la rama y dejar que el fuego se expanda. Esto no se logrará si se sigue haciendo movimientos por separado, debe haber una unión, una forma de contactarnos entre todos para ejercer un plan de acción, teniendo en cuenta que la población sin internet u otros medios es el blanco al que se debe llegar. 
Una población sin internet ahora es una población muerta, porque sólo tienen la televisión.
La razón por la que no nos levantamos es por el miedo, es porque ya conocemos nuestra historia... pero también deberíamos tener el valor para cambiarla, para INTERVENIR en las señales que nos mandan por todos lados, queriendo decirnos que esas señales son las correctas, pero que sólo son una fachada para infundir más y más miedo.
Sé que he dicho un deseo personal, una aspiración: que no haya balas para matarnos a todos, aunque sé que sí las hay... para callarnos, para desaparecernos, y no únicamente balas.
Nuestro golpe puede ser violento, pero también puede ser silencioso.
Y en caso de que vivamos en un limbo de no tener dirigente, sabemos que no lo necesitamos si es que las cosas van a seguir igual... nuestro dirigente sólo nos sacrifica, haciendo valer una premisa que hemos vivido desde hace muchos años: "cada acción tiene una consecuencia", y no se necesita ser genio para saber que si buscas hacer algo que beneficie a todos... la consecuencia será que terminaremos peor de lo que ya estamos.
Renuncie o no, ya estamos viviendo un infierno, renuncie o no... está en nuestras manos ver qué hacemos para salir de él. Renuncie o no... sabemos que como pueblo, tenemos más dignidad que el dirigente atacando al contingente.
El contingente tiene poder, y tiene la fuerza para armar una revolución... para hacer el cambio.
El contingente es un fuego que últimamente sólo sabe crecer.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Hallado

Y pues, lo que muchos pensamos -pero nos callamos por respeto- resultó ser más que cierto. Los normalistas están muertos...
A pesar de que haya sido sólo uno, siendo sólo uno... uno. Y los números faltan, falta contar a los otros cuarenta y dos, quienes seguro contaron con la misma suerte. Sé que por ética nacional no había que darlos por muertos, sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo, ni ocultarnos de nuestra realidad.
Pero su muerte trajo un legado, han sembrado algo que jamás se va a poder desaparecer por más que se intente... su muerte ha traído consciencia.
Pero la consciencia de nada sirve si no hay acción, una acción que valga la pena y no nos deje como cobardes que se ocultan en la seguridad del anonimato, una forma de ejercer presión, generar un cambio... pasar de ser conscientes para ser completamente activos, seres nuevos que no necesiten pasar por más desgracias para entender que su realidad es cruel.
Estudiantes que entiendan que la educación es la llave para entender y enfrentar el futuro, que el tener cultura es lo más importante para poder exigir rendición de cuentas y comprender el por qué ocurre lo que ocurre, para no caer en las banalidades de los opresores y tomarlas como una palabra máxima, para cuestionar y entender lo que estamos cuestionando, para ser quienes queremos ser, y para tener más que claro que el enemigo no es otro más que aquel que no decide tomar las riendas de su propia educación, aquel que no sabe que puede saber más, aquel que no pregunta, aquel que no interviene de forma activa... y sobretodo: aquel que no comparte lo que sabe.
Y esta consciencia que se ha sembrado, se volverá acción en cuanto al pueblo se le ocurra utilizar sabiamente los hashtags de #YaMeCansé y #YaSupérenlo, cuando el pueblo los use para ejercer acción real: "#YaMeCansé de la pobreza, y trabajaré para salir de ella" "#YaSupérenlo, superen la ignorancia... por lo que les ayudaré a superarla..." aunque no sea así de sencillo, aunque cueste trabajo... aunque la acción social sea una situación que cause pereza.
Los chicos están muertos... sí, y ya hay pruebas para decirlo, pero lo que representan sigue más que vivo, aunque nos intenten distraer con la muerte de sólo un individuo e intenten apagar el incendio que se ha generado y calmar las mareas que han azotado a todo nuestro ser, podemos presumir que el cambio puede hacerse. Tal vez no de golpe, pero poco a poco... y ese cambio, esa "revolución" está en nosotros... por más que duela y por más que intente reprimirse... ya sea con sillas o con "cabezazos" a los escudos de los granaderos -es en serio ¿no pudieron inventar algo... creíble? ¡que los manifestantes atacaron a los granaderos azotando sus cabezas contra ellos...! ¡órale, hijo de tu pinche madre...!-
Uno fue hallado... y como estudiante que se siente amenazada (igual que muchos) puedo decir que la rabia que tengo, es superior al miedo que me provocan ellos, es mayor al miedo que siento para alzar la voz, y si puedo hacerlo, lo haré sin importar los medios...
La rabia es más poderosa que el miedo, el miedo se vence sólo con aclarar la garganta y mostrar el descontento...
Porque habemos muchos enojados, pero por desgracia, hay pocos que están dispuestos a hacerlo notar...
Y con la ley nueva de Peña Nieto... mucho menos querrán, pero de algo estoy segura: no hay suficientes balas para matarnos a todos...
Tengan eso presente.